FLORA

La Flora de Somiedo

En el Parque Natural de Somiedo se encuentran representados, en mayor o menor medida, los tres pisos bioclimáticos principales de la Cornisa Cantábrica:

La mayor parte del parque corresponde al piso montano, y una extensión claramente menor a los otros dos. En los dos pisos inferiores la etapa madura de las diversas series de vegetación es el bosque. No obstante, el paisaje actual de Somiedo difiere sensiblemente de la imagen que tendría un territorio cubierto de arbolado, sino que se pueden ver en él diferentes estados de la sucesión (formaciones de herbáceas y arbustos). Esto se debe, fundamentalmente, a la acción del hombre, que ha transformado profundamente el paisaje forestal.

No hay que olvidar, sin embargo, que existen ciertas estaciones en las que los bosques difícilmente tienen cabida. Se trata de los roquedos, canchales, turberas, lagos, etc., donde se desarrollan comunidades especializadas permanentes, formadas por arbustos y herbáceas. Los hayedos son los bosques más frecuentes en Somiedo, y ocupan un total de 4.554 hectáreas. Estos bosques se sitúan en la franja altitudinal comprendida entre los 600 y los 1.000 metros de altitud, principalmente en las laderas.

Otros bosques presentes en el Parque son los robledales de Roble Albar, los del Rebollo, los abedulares, los bosques frescos de fondo de valle, las alisedas y los encinares. Estos últimos, que aparecen en áreas calcáreas, sobre suelos secos, en altitudes por lo general inferiores a los 1.100 metros, y tienen un carácter relíctico, cubren una extensión de 665 hectáreas. Las comunidades de matorral y las formaciones herbáceas de los pisos colino y montano son, por lo general, etapas de degradación de la vegetación climácica o formaciones no naturales producidas y mantenidas por el hombre para favorecer la actividad ganadera, que tanta importancia alcanza en el concejo de Somiedo.